desde mi ventana veo varios kilometros al poniente, aun los edificios no cubren toda mi vista y hasta puedo tirarme en la cama y mirar el sol esconderse en la cordillera de la costa.
A veces veo la torre entel entre el humo, pero lo que mas me facinan son las luces y vida permanente de la ciudad toxica.
Son pocos los momentos en que me detengo a pensar por que hacer todo lo que hago, el dia a dia, el estress, la diversion forzada y ese descanso deseado.
Esas ganas de desaparecer a mil kilometros de esta ciudad.
Pero la miro y me facina.
miércoles, 23 de julio de 2008
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